Empezamos a colaborar contigo antes de nuestra primera reunión. Nos vamos a sumergir en el océano de tu desafío. Realizaremos tantas inmersiones como sean necesarias, te lo demostraremos. Con ese contexto inicial te planteamos un onboarding. Vamos a ir más allá del típico proceso de pasarnos el correo y darte cariño. Dicho de otra manera: te vamos a preguntar todo. Todo.Trabajamos con el único objetivo de entender todo muy muy bien: la historia, los cambios, qué te duele, los recursos disponibles, las capacidades y la cultura de tu organización. Para dar soluciones, necesitamos saber la causa y todo sobre el problema, el impacto en la marca, la causa en la que estás enfocado para poder preparar nuestro diagnóstico en sintonía con tus objetivos.

Nuestro siguiente paso nos llevará a profundizar en cada una de las partes que afectan a tu propósito. Nuestro compromiso es analizar la comunicación desde varios puntos clave que nos permitan encontrar una solución sólida en el tiempo. Nuestro equipo realiza unos análisis de datos cualitativos y cuantitativos, empleando técnicas tecnológicas y tradicionales. Un esfuerzo que permite definir los parámetros estratégicos en los que debemos enfocar los esfuerzos iniciales. Esta fase del proceso es fundamental para proporcionar inteligencia basada en datos que nos ayude a priorizar las necesidades.

En esta tercera fase trasladaremos toda la información a una ficha, un perfil para abordar la comunicación, validado con el cliente. Asociaremos los objetivos que perseguiremos con cada línea de acción y a lo largo de todo el calendario. Esta matriz es la base extra de nuestra propuesta de comunicación, una hoja de ruta inicial pero dinámica, ya que toda estrategia se presta a evolucionar. Después de ayudar durante un cuarto de siglo a miles de clientes en múltiples sectores, países y con necesidades diferentes, sabemos que la combinación de todas las experiencias adquirida, tanto de los errores como de los aciertos, aportan un valor extra para generar el camino más eficaz y que su comunicación obtenga los resultados que espera lograr.

Nuestra metodología se conoce como KAI, las siglas de Key Achievement Indicators. Este modelado de objetivos ordena y prioriza aquellas métricas que mayor impacto tienen en los resultados que se persiguen, evitando el ruido que generan otras mediciones y evitando mezclar datos que desvirtúen la realidad.
La objetividad del dato es nuestra meta, la fiabilidad de una estrella fija que nos permitirá determinar si estamos más cerca de ella con cada acción realizada.  
 La monitorización y seguimiento que acordaremos, definirán la eficacia y efectividad de la estrategia de comunicación, permitiendo tomar decisiones ágiles ante cualquier desviación en nuestros objetivos principales.